Hace ya un tiempo, el icónico actor Brad Pitt confesó enfrentar un desafío peculiar: la prosopagnosia, comúnmente conocida como ceguera facial. Esta condición neurológica dificulta el reconocimiento de rostros, incluso en el caso de personas conocidas.
Aunque el actor de 59 años no recibió un diagnóstico oficial, sus experiencias sugieren fuertemente la presencia de esta condición. "¡Nadie me cree!", expresó Pitt durante una entrevista, añadiendo su deseo de encontrar a alguien más que comparta esta experiencia única.
En el pasado, Pitt ya había mencionado su lucha con la prosopagnosia en una entrevista con Esquire en 2013, revelando que este desafío le lleva a quedarse más tiempo en casa y preocuparse por la percepción de los demás.
¿Qué es la prosopagnosia?
La prosopagnosia es un trastorno neurológico que afecta la capacidad de reconocer rostros, incluso de familiares y amigos cercanos, según el Instituto Nacional de Salud.
Aunque su prevalencia varía, algunas investigaciones sugieren que hasta 1 de cada 50 personas podría experimentar esta condición en cierto grado.
Esta condición neurológica se manifiesta en diversos grados de discapacidad. Mientras algunas personas pueden tener dificultades para reconocer rostros familiares, otras pueden no distinguir entre caras conocidas y, en casos extremos, no reconocer ni siquiera su propio rostro.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y el Sistema de Atención Médica de Boston sugiere que puede ser más común de lo que se cree actualmente. Según la investigación publicada en Cortex, los hallazgos indican que hasta una de cada 33 personas (3.08 por ciento) puede cumplir con los criterios de esta condición.
Tratamiento para la prosopagnosia
El tratamiento para la prosopagnosia se centra en ayudar a los individuos a desarrollar estrategias compensatorias, según el Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.
En algunos casos, aquellos que adquieren la condición debido a un accidente cerebrovascular o traumatismo cerebral pueden volver a capacitarse para utilizar otras pistas, como la voz o atributos físicos, para identificar personas.
A pesar de estas estrategias, la prosopagnosia puede resultar socialmente paralizante, ya que la identificación de personas a través de otras pistas no es tan eficaz como reconocer un rostro. Tanto niños como adultos pueden verse afectados, ya sea desde el nacimiento o como resultado de un evento traumático.